Para comenzar a tener una pequeña bodega en nuestra casa comenzaremos por ubicarla en el lugar más fresco y menos luminoso y ruidoso de la misma.
Quien no disponga de vinotecas climatizadas tiene una posibilidad económica para almacenar temporalmente sus vinos y aunque parezca broma desde Bodegas Capellanías recomendamos almacenar los vinos bajo la cama del dormitorio principal de la vivienda (generalmente no tienen mucha variación de temperatura, ruidos y tienen poca incidencia de luz solar).
Para aquellos que puedan adquirir la vinoteca climatizada tendrán asegurado un buen resultado en la conservación de sus vinos, con capacidades de 50 a 120 botellas y de bandejas con variación de temperatura independiente de manera que se recomendara para los tintos 18º, 12º para los rosados y de 5º a 8º de temperatura para blancos y espumosos.
Existen una serie de consejos básicos para conservar nuestros vinos;
1º La cocina es la gran enemiga, pues debemos intentar evitar los cambios bruscos de
temperaturas producidos generalmente por aparatos electrodomésticos.
2º La despensa es otro de los lugares prohibidos, nunca se deberá juntar el vino en el
mismo espacio que legumbres, aceites, conservas o jamones y embutidos varios.
3º Existe la idea generalizada de regar los espacios que el vino ocupa para crear un
ambiente húmedo, nada más lejos de la realidad, con esto apresuramos la evolución
del vino y producimos un posible foco de microbio acético, el principal culpable
del avinagramiento de nuestros caldos.
4º El ruido supone la alteración continua del vino, para aquellos que posean un garaje y decidan conservar sus vinos en este lugar previamente deberán aislar por completo el lugar dedicado a este menester de toda vibración, olor a combustible, humos y ruido en general.
5º Siempre se almacenaran de manera horizontal.
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